Este año, por normativa todos los coches pueden utilizar un máximo de cinco unidades de potencia, que a su vez están divididas en seis componentes, de los cuales solo pueden utilizar cinco recambios de cada parte antes de ser penalizados. A estas alturas de temporada, y siendo el primer año de esta nueva era turbo, muchos coches están llegando ya a ese límite impuesto por la FIA, por lo que comenzarán a ser penalizados cuando utilicen la sexta unidad de potencia.
El primer piloto esta temporada en ser penalizado fue Jean Eric Vergne, piloto de Toro Rosso, que en el Gran Premio de Singapur tuvo que poner la sexta unidad de potencia de Renault, perdiendo diez posiciones en la parrilla de salida.
El director de operaciones de Renault, -el proveedor con más problemas este año- Remi Taffin, ha afirmado que "la fiabilidad será muy importante en este final de temporada, ya que todos los equipos han tenido que combinar las distintas partes de la unidad de potencia. El panorama está mucho más claro ahora, y aunque no es el mejor momento para ser penalizado, podremos introducir la sexta unidad en carreras en las que no afecte tanto la penalización."
Además Taffin, que supervisa el suministro de unidades de potencia a los equipos Red Bull, Lotus, Toro Rosso y Caterham, añadía que durante los entrenamientos del Gran Premio de Japón en Suzuka este fin de semana, algunos equipos podrían optar por rodar menos kilómetros para no esforzar los componentes.
Uno de los pilotos en peligro de ser penalizado es Sebastian Vettel, piloto de Red Bull que ya ha instalado cinco turbocompresores y cinco MGU-H, por lo que probablemente no tarde mucho en recibir una penalización por hacer uso de una sexta unidad
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