domingo, 28 de diciembre de 2014

Alianzas históricas (I): Lotus-Ford

La historia entre el mítico equipo inglés y la principal marca del automóvil en Estados Unidos es la primera de varias entregas sobre los conjuntos Equipo-Motor más importantes en la historia de la Fórmula 1.
El equipo Lotus, fundado y dirigido por Colin Chapman, inició su andadura por la Fórmula 1 en el Gran Premio de Mónaco de 1958. Es un equipo que nada tiene que ver con el actual Lotus, con el que solo comparten una de sus míticas decoraciones. Lotus destacó siempre por intentar ir más allá del resto, de no conformarse con hacer un coche ganador, sino querer hacerlo más ganador aun. La escudería inglesa fue pionera en la Fórmula 1, entre otras cosas, de introducir el chasis monocasco, la publicidad en los monoplazas, los alerones, o el efecto suelo.

Desde su debut hasta 1966 corrieron con motores Climax, consiguiendo dos campeonatos de constructores. En 1967 Lotus estrenó el Lotus 49, el primer monoplaza de la escudería que montaría los nuevos motores Ford Cosworth DFV. Y su estreno no fue nada mal, 4 victorias y dos podios que dejaban al equipo segundo en el mundial de costructores y a Jim Clark el tercer puesto de pilotos.

En el año 1967 estrenaron el lotus 49, y para él, Cosworth había construido un motor V8 que era fruto de la unión de dos motores de cuatro cilindros. No era tan potente ni tan grande como los V12 que montaban otros equipos, pero su ligereza y su forma le daban una relación potencia peso muy buena. El coche debutó en el Gran Premio de los Países Bajos. Allí Graham Hill conseguía la pole, y el día siguiente su compañero Jim Clark se hacía con la victoria. Era la primera victoria de la temporada y la primera para el Cosworth DFV, aunque conseguirían otras tres más ese mismo año haciéndose con el subcampeonato de constructores
. En 1968 Lotus estrenaba decoración, con el patrocinio de Golden Leaf, por lo que cambiaba el color patriótico verde junto a la franja central amarilla, por el rojo y dorado de la tabacalera. El equipo seguía utilizando el Lotus 49, aunque con algunas mejoras, e incluyeron por primera vez en la historia alerones al monoplaza. El año estuvo marcado para el equipo por la muerte de uno de sus pilotos, Jim Clark, en una carrera de Fórmula 2. Antes de su muerte, el piloto inglés consiguió la primera victoria en la primera carrera de la temporada de Fórmula 1, la última de su vida haciendo doblete junto a Hill. Lotus igualaría el año anterior en cuanto a victorias, pero esa temporada la escudería se haría con su tercer título y el primero con los nuevos motores Ford, mientras que Graham Hill se haría con su segundo y último campeonato. En 1969, con el coche prácticamente igual, el equipo no pudo ser más que tercero en el mundial de constructores.

Para 1970 Hill había dejado el equipo, y Lotus había preparado el increible Lotus 72, con el que Jochen Rindt consiguió ganar en todas las carreras en las que terminó excepto en una. Parecía que el austriaco lo tenía todo a su favor para proclamarse campeón, pero un accidente en los entrenamientos del Gran Premio de Italia acabó con su vida. A pesar de ello, Rindt había conseguido tanta ventaja respecto a sus rivales por el campeonato, que nadie consiguió superarle, convirtiéndose así en el único piloto de la historia en ser campeón del mundo de manera póstuma, mientras que Lotus volvía a coronarse campeón del mundo. En 1971 Emerson Fittipaldi pasaba a ser el número 1 del equipo, pero ese año la escudería no lograría ninguna victoria, algo que no ocurría desde 1960.

El Lotus 72 renovaba su aspecto en 1972, y pasaba a lucir unos colores negro y dorado en honor a su patrocinador John Player, decoración que el equipo mantuvo durante más de una década y por la que ha sido identificado siempre. Ese año Fittipaldi consiguió su primer campeonato, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia en conseguirlo, honor que mantuvo hasta el primer título de Fernando Alonso en 2005. Lotus volvía a la senda de la victoria, y conseguiría hacerse con el campeonato tanto en 1972 como en 1973.

Poco le duró la gloria al equipo, ya que el fallido proyecto del Lotus 76 en 1974 obligó a sus pilotos; Ronnie Peterson y Jacky Ickx a continuar con el 72E hasta 1976, un monoplaza que aunque había sido actualizado varias veces, comenzaba a quedar obsoleto, consiguiendo entre ambos pilotos sumar únicamente 9 puntos en 1975.

Colin Chapman preparó para 1976 el Lotus 77, quizás un coche adelantado a su tiempo. Aunque seguía montando el mismo motor Cosworth DFV y se había mejorado su aerodinámica; lo que caracterizaba al 77 era la suspensión ajustable, que permitía al equipo adaptar el coche a cada circuito. Habría sido perfecto, si no fuera porque tanto Mario Andretti como Gunnar Nilsson no fueron capaces de encontrar la configuración adecuada del coche, por lo que Chapman decidió centrarse en un nuevo coche. El Lotus 78 marcó un antes y un después en el rendimiento de los monoplazas. El coche contaba con algo especial que hacía que el monoplaza fuera especialmente rápido en las curvas. El secreto estaba en que debajo del capó llevaba un ala invertida que provocaba que el coche se pegara al suelo. El problema fue que la carga aerodinámica se formaba bastante delante, por lo que tuvieron que compensarlo con un alerón trasero mucho más grande, que les hacía perder mucha velocidad en las rectas. Para recuperar la velocidad Ford trató de aumentar la potencia, pero también aumentaron los problemas de fiabilidad. El equipo corrió con el monoplaza durante toda la temporada de 1977 y parte de 1978.

En 1978 Ronnie Peterson volvía al equipo reemplazando a su compatriota Nilsson. Lotus comenzaba la temporada con el mismo coche que el año anterior, consiguiendo dos victorias, hasta que en el Gran Premio de Bélgica debutó el Lotus 79, el último coche exitoso de la escudería inglesa. El monoplaza era una evolución de su predecesor, pero con todos los problemas que había provocado el efecto suelo solucionados. El resultado fue la victoria de Mario Andretti en el campeonato de pilotos, y la de Lotus en el de constructores, la última de la historia de la escudería.



John Player dejó de patrocinar al equipo en 1979, y los coches pasaron a ser verdes con el patrocinio de Martini. Lotus diseñó para esa temporada el Lotus 80, pero su mal comportamiento en las curvas obligó a Andretti a volver a competir con el modelo anterior, mientras que su nuevo compañero, Carlos Reutermann decidió no utilizar en 80 desde el principio. La temporada acabó con el equipo en cuarto lugar sin ninguna victoria. Los equipos rivales habían copiado rápidamente la idea del efecto suelo y la habían mejorado, por lo que junto con el monopolio de Ford, ya que casi todos los equipos montaban el mismo motor, ponía a Lotus en aprietos para poder logar éxitos.

1980 fue un año para olvidar. Andretti solo consiguió un punto, mientras que Elio de Angelis, que provenía del equipo Shadow solo consiguió un podio. En 1981 las cosas no cambiaron demasiado, Nigel Mansell sustituyó a Mario Andretti y solo pudo conseguir un podio, con la escudería finalizando en séptima posición.

En 1982 Lotus recibió su golpe de gracia; su fundador y diseñador, Colin Chapman, fallecía. Por si fuera poco, los motores turbo que había introducido Renault en 1977 empezaban a ganar terreno y el Ford DFV perdía la batalla. Ese año sería el último en el que los ingleses correrían con los V8 de Ford y lo harían con consiguiendo una victoria firmada por de Angelis.

Con la sustitución de los motores Ford terminaba la época más gloriosa de la historia de Lotus, con cinco títulos de constructores, cuatro de pilotos y 45 victorias en  16 temporadas.

La segunda alianza histórica será Williams-Renault que publicaré en unos días. votar

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